Asesoramos a una empresa que copió una marca sin saberlo. Esta es la historia, los errores y las lecciones que toda startup debería conocer antes de lanzar.
A veces no hace falta mala intención para meterse en un lío legal. Te cuento la historia de una empresa que usó una marca registrada sin saberlo, y lo que todos podemos aprender de su error.
Muchos piensan que copiar una marca es algo que solo ocurre con mala intención. Pero la realidad es otra: a veces las empresas copian sin saberlo, simplemente porque no hicieron las comprobaciones necesarias.
Hoy quiero contarte un caso que vivimos en ALVAMARK. Una empresa joven, con buena energía, con ganas de crecer… y con un problema legal que no vio venir. No hubo intención de copiar, pero eso no evitó las consecuencias.
Esta es la historia —sin nombres, pero con mucho aprendizaje— sobre lo que aprendí asesorando a una empresa que copió sin querer.
El inicio: una marca con potencial… pero sin revisión previa
La empresa en cuestión era una startup del sector bienestar, liderada por dos socios muy creativos. Tenían un nombre de marca muy bonito, un logotipo profesional y un concepto con futuro. Habían invertido en web, redes sociales, packaging, proveedores… todo marchaba bien.
El problema: nunca hicieron un estudio legal del nombre de su marca antes de usarlo públicamente.
Creyeron que con tener el dominio .com libre y el usuario en Instagram era suficiente. Nunca imaginaron que el nombre ya estaba registrado… y en su mismo sector.
La llamada de alerta: llegó una carta de oposición
Al presentar finalmente la solicitud de marca, recibieron una oposición formal de una empresa que había registrado ese mismo nombre dos años antes.
Mismo sector. Misma clase. Un conflicto directo.
La empresa contraria tenía todos los derechos de uso exclusivo. Y la startup, sin saberlo, había estado usando una marca que legalmente no era suya.
“Pero no sabíamos que existía…”
Esa fue su primera reacción. Y era cierta.
No había intención de copiar. De hecho, nunca habían oído hablar de la otra marca.
Pero en propiedad industrial, la ignorancia no exime de responsabilidad.
Si usas una marca registrada por otra empresa, aunque no lo sepas, puedes estar infringiendo derechos. Y eso puede tener consecuencias graves:
- Bloqueo del registro
- Obligación de retirar la marca del mercado
- Cambios en todo el branding (dominio, etiquetas, redes, etc.)
- Pérdida de reputación frente a proveedores y clientes
- Posibles reclamaciones legales o indemnizaciones
Lo que aprendimos (y lo que tú puedes evitar)
- La intención no te salva si ya hay derechos registrados
Puedes estar actuando de buena fe, pero si usas una marca protegida, el derecho lo tiene quien la registró primero. - Buscar en Google o Instagram no es suficiente
Muchas marcas no tienen presencia digital visible o usan nombres parecidos. Solo una búsqueda profesional en bases de datos oficiales te da una visión real del riesgo. - Registrar tarde puede salir caro
La startup habría evitado todo este lío si hubiera hecho el estudio antes de lanzar.
El coste de registrar bien desde el inicio es mínimo comparado con el coste de tener que rehacer toda tu marca. - Cambiar de marca a mitad de camino es doloroso… pero posible
Al final, trabajamos juntos para construir una nueva marca, esta vez única y registrable. Fue un reto, pero también una oportunidad para corregir errores y profesionalizar su identidad.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si ya estoy usando una marca y descubro que está registrada por otro?
Lo mejor es detener su uso y buscar asesoría cuanto antes. A veces se puede negociar. Otras veces hay que cambiar. Cuanto antes actúes, más margen tienes.
¿Y si el otro negocio no se parece tanto?
Depende de la clase en la que esté registrada, del grado de similitud y del público objetivo. La ley protege al titular de la marca, incluso si los productos no son idénticos.
¿Puedo usar una marca no registrada?
Puedes usarla, sí, pero estás en riesgo. Cualquiera puede registrarla antes que tú. Y entonces, te tocará dejar de usarla, aunque lleves años trabajándola.
En resumen
Esta historia nos recuerda que no hace falta mala fe para equivocarse. Basta con no hacer una comprobación legal básica.
Una marca no es solo un nombre bonito. Es un activo legal que te puede proteger o hundir.
En ALVAMARK: Patentes y Marcas, estamos para eso: ayudarte a construir marcas sólidas, registrables y seguras.
Y si ya cometiste un error, no te preocupes: aún estás a tiempo de solucionarlo con cabeza, estrategia y acompañamiento.
¿Quieres asegurarte de que tu marca no está copiando a nadie (sin querer)? Escríbenos. Te ayudamos a comprobarlo antes de que sea tarde.